Este mes de julio, por tercer año consecutivo, hemos hecho una de las míticas salidas Omatequianas. Hemos repetido la formula del año anterior, por la mañana competición de karts y por la tarde partida de paintball hasta la extenuación.

La jornada empezó con un trayecto hacia la ronda complicado porque media Barcelona estaba cortada por la etapa del Tour. Una vez encaminados en la AP-7, las sabias palabras de Carles «seguid hacia el norte» nos acabaron de guiar hasta el Karting de Sils. En el Karting, después de desayunar el ineludible bocadillo de butifarra empezamos a dar vueltas de calentamiento. Este año la competición estaba más abierta que nunca porque Carlos se fue a motofan y porque Jordi estaba en la otra punta del mundo, así que el máximo favorito era Roberto.

Después de una hora de velocidad, derrapes y salidas de pista el pódium fue toda una sorpresa. En primer lugar Enric, con el debut soñado, segundo Agus que hizo una excelente lectura de la carrera y tercero Carles que le arrebató el podio a Xavi en una final emocionante. Joan y Rosa también debutantes, hicieron una carrera más que digna.

Acabados los karts fuimos directos hacia Mieres, donde nos esperaba la comida y donde pudimos reposar para recargar fuerzas de cara a la segunda parte del día. Hacia las cuatro ya estábamos en el paintball equipados con los monos, las mascaras y los marcadores. Un dato par mostrar la actitud que había en la zona de juego: en una sola partida la mayoría de nosotros ya habíamos acabado las municiones. Estuvimos 3 horas y media corriendo, arrastrándonos entre setos, desentelando las mascaras y liberando las pocas reservas de adrenalina que nos quedaban después de los karts. Es difícil destacar alguna actuación individual porque los dos equipos estuvimos muy igualados, ahora bien los toques de campana de Ana y las consignas de Paula fueron una constante que dio mucha vida a las partidas.

Justo antes de la puesta de sol recogimos los trastos y regresamos hacia Barcelona. Para cenar, en un mejicano en Poblenou, copita en el Bharma y cuatro bailes en Razzmatazz, las piernas no dieron para más. Hasta el año que viene!