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La nube también tiene desventajas. ¿Por qué motivos deberías dejar la nube y volver a los servidores on-premises, en instalaciones propias?
La nube nos ha traído muchas cosas buenas. Sin embargo, lejos de ser perfecta, no es ideal para todas las empresas y puede tener desventajas. En este post explicamos por qué no siempre es bueno seguir in the cloud o migrar de servidores propios a servidores en la nube.
Toda esta reflexión la hacemos al hilo de la apuesta de dejar la nube de David Heinemeier Hansson, creador del framework Ruby on Rails y empresario tecnológico. Basecamp y HEY, empresas de las que es cofundador, irán dejando los servidores virtuales donde ahora están durante 2023. Los objetivos son optimizar los recursos existentes y reducir los gastos desorbitados —una desventaja para las cuentas de estas empresas— en servicios en la nube de Amazon y Google
Omatech apuesta por los servidores on-premises hasta que el negocio alcanza un volumen suficiente para justificar una migración a cloud. En todos los proyectos, Omatech ofrece a los clientes el servicio de hosting on-premises. Así se evita un alto coste en despliegues en la nube.
Basecamp y HEY: ¿es necesario gastar 3,2 millones al año en la nube?
Basecamp, HEY y otras aplicaciones de la empresa 37signals, de la que David Heinemeier Hansson es copropietario, gastaron 3,2 millones de dólares en servicios en la nube en 2022. Para este emprendedor, este presupuesto es excesivo.
Tengamos en cuenta que los responsables operativos de Basecamp y HEY siguen muy de cerca la actividad en la nube y vigilan con lupa los costes. Además, se persiguen todo tipo de acuerdos a largo plazo —algunos de hasta cuatro años— para bajar la factura. Sin embargo, a pesar de todos estos esfuerzos, el gasto asciende a una cantidad que Heinemeier Hansson ha calificado en Twitter como «simplemente obscena». Así que estamos hablando de un presupuesto altamente optimizado que, aún así, es desproporcionado para la dimensión y actividad real de estas empresas.
En un post en la web de 37signals de enero de 2023, Fernando Álvarez, Site Reliability Engineer (SRE) de 37signals, analiza el gasto en la nube en 2022. En total, se dedicaron 3.201.564 dólares a servicios en la nube. El gasto mensual fue, por tanto, de 266.797 dólares.
En 2023, dice Álvarez, «esperamos reducir drásticamente esta factura trasladando muchos servicios y dependencias desde la nube hasta nuestros propios servidores». Este responsable dice que, si bien no tienen data centers propios, sí que tienen acuerdos de alquiler con un proveedor de confianza. «Por la escala de nuestro negocio, tampoco es que sea barato, pero es mucho, mucho menos que lo que gastamos en la nube».
Desventajas: motivos para dejar la nube
¿Qué desventajas puede tener la nube? ¿Qué razones pueden aconsejar dejar la nube? Las analizamos a continuación.
- Si tienes una empresa mediana con un crecimiento estable
- Altos costes
- Complejidad
- Seguridad
- Dependencia de grandes corporaciones
Dejar la nube si tienes una empresa mediana con un crecimiento estable
David Heinemeier Hansson cree que la nube tiene desventajas y es un «mal negocio» para las compañías medianas con un «crecimiento estable». Lo asegura en un post en el blog de la app HEY titulado Por qué dejamos la nube.
La salida de la nube la justifica desde la experiencia. Basecamp ha tenido presencia en la nube durante más de 10 años, y HEY ha estado ahí de forma exclusiva durante sus dos primeros años de historia. «Hemos visto todo lo que la nube puede ofrecer, y lo hemos probado casi todo», dice. «Los ahorros prometidos [por la nube] gracias a la reducción de la complejidad nunca se materializaron». En otras palabras, las ventajas prometidas se han convertido en desventajas.
Según este emprendedor, la nube sería un opción óptima para….
- Aplicaciones con poco tráfico. «Ahorras en complejidad al comenzar con servicios totalmente subcontratados». El único problema, dice con ironía Heinemeier Hansson, será cuando la app tenga tanto éxito que las facturas de la nube se acaben disparando.
- Aplicaciones con una demanda difícil de prever. Es decir, «cuando no tienes ni idea de si necesitas 10 servidores o 100». Por tanto, cuando la actividad de una aplicación o un servicio web es predecible y más o menos regular, la nube perdería atractivo.
La nube es mucho más cara que servidores propios
Una de las principales desventajas de la nube es que puede ser muy cara. Muchas empresas que se han pasado a la nube no han entendido que estos servicios son mucho más que un centro de datos y que, por tanto, tienen un precio elevado. Como el emprendedor Heinemeier Hansson, muchos otros empresarios y directivos están tomando conciencia de que la nube cuesta mucho más que los servidores físicos, y que las ventajas no siempre compensan.
Por tanto, si tu principal motivación para irte a la nube es la reducción de costes, sería bueno que volvieses a hacer números. Piensa que un gran aumento en el uso de una aplicación puede multiplicar los costes recurrentes de estos servicios en muy poco tiempo.
«¿Sabéis cuantos servidores increíblemente potentes puedes comprar con un presupuesto de medio millón de dólares al año?». Esta es la pregunta retórica que se hace Heinemeier Hansson en relación a los gastos en la nube de la app de gestión de emails HEY.
Este emprendedor compara el pago premium que a veces supone la nube con «pagar un 25% del valor de tu casa en un seguro para terremotos cuando no vives cerca de una falla»
La nube no es tan sencilla
La nube no es plug and play. De modo que la idea nunca puede ser hacer la migración a la nube y despreocuparte de todo. Así, los responsables tecnológicos de tu empresa deben estar encima y deben velar por la protección de los datos. El equipo IT de la empresa debe asegurarse de que el entorno cloud sea lo más flexible y consistente posible.
En resumen, la nube no es tan sencilla como la pintan. La complejidad relativa de la nube se refleja, además, en los costes, al tener que dedicar muchas horas de tu equipo. Según Heinemeier Hansson, «aún no me he enterado de empresas de nuestra dimensión que hayan podido reducir su equipo tecnológico porque se hayan trasladado a la nube».
Heinemeier Hansson critica el marketing con el que Amazon, Google y otras empresas venden la nube. Buscan la fibra sensible con analogías como «tú no gestionas tu propia planta energética, ¿verdad?» o «¿son los servicios de infraestructura [tecnológica] la competencia principal de tu negocio?». Al final, dice este emprendedor, la nube viene a ser un alquiler de servidores. Más sofisticado, pero alquiler, al fin y al cabo
Pendientes de la seguridad
En la nube la seguridad también es tu responsabilidad. Si crees que este sistema supone la externalización de todas tus preocupaciones de ciberseguridad, deberías dejar la nube en este mismo instante. Si bien la nube protege de muchas amenazas de seguridad, no protege de todas. Y debemos tener en cuenta que, cuando trabajas en la nube, los datos podrían ser accesibles por internet desde cualquier lugar del mundo.
Dejar la nube para no depender de las grandes empresas
Heinemeier Hansson aporta también un razón filosófica para dejar la nube. En su opinión, pasar de la nube a los servidores físicos «también tiene que ver con el tipo de internet que queremos tener en el futuro». «Me parece francamente trágico», dice, «que esta maravilla del mundo descentralizada que es internet esté funcionando sobre todo en ordenadores que pertenecen a un pequeño grupo de megacorporaciones. Si una de las regiones AWS (Amazon Web Services) primarias cae, presumiblemente la mitad de internet cae también».
Por tanto, la nube no siempre es tan eficaz y conveniente como se dice. Y, como concepto, también tiene desventajas y está lejos de ser irreprochable.
El mensaje principal es que cada empresa debe hacer un análisis meticuloso sobre qué tipo de gestión de servidores le conviene más según sus necesidades de negocio. ¿Nube o servidores on-premises?